sábado, 28 de junio de 2008

¡Que nos devuelvan el oro de Moscú!

Menos mal, estimados lectores de Mondo Cane, que nuestro corresponsal en el incomparable marco incomparable invitónos el mes pasado al proteico concierto donostiarra de Franco Battiato y nos insufló un cierto ánimo para subsisitir este pavoroso mes de junio con 40 grados a la sombra que estamos sufriendo en Lavapiés. Menos mal, decimos, porque el resto de los acontecimientos veraniegos no está posibilitando la dignidad humana. Si un día se nos muere Dino Risi, al siguiente van y nos dicen que El coloso no es de don Francisco de Goya y Lucientes. La posmodernidad avanza con pasos de ídem y Mondo Cane hace lo posible por resisitir heroicamente sus embates. Pero no siempre es sencillo, aclaramos.

En toda esta avalancha de desgracias humanas, una noticia nos ha hecho mantener confianza en la especie. Y ha sido, aquí arriba lo tienen, la publicación tras cuatro años de espera de Tiempo de mitos. Las coproducciones cinematográficas entre la Italia fascista y la España franquista (1939-1943), magna (bueno, más o menos) obra de uno de nuestros colaboradores más afectados por la flojera canicular. Nos resistimos a repetir aquí las inexistentes alabanzas que ha recibido tal volumen entre la prensa especializada, aunque no duden que les escanearemos la reseña que va a encontrar el texto en el próximo número de Cahiers du Cinema, porque qué carajo, no sale todos los días un amiguete nuestro en la revista de Bazin y Truffaut. De momento, simplemente les señalamos un dato fascinante: en nuestro último viaje a Vascongadas nos sorprendimos al encontrar Tiempo de mitos en uno de los anaqueles del Koldo Mitxelena y hasta en los de la Biblioteca Municipal donostiarra. Aunque indudablemente lo que más ilusión ha hecho en esta su redacción de la calle del Amparo, donde con tanta frecuencia paladeamos las delicias de Une partie de campagne y La grande illusion, ha sido ver aparecer el volumen en una web de recursos sobre Jean Renoir. Suponíamos que después de esto poco más podíamos pedir a la vida, hasta que el otro día uno de nuestros más fieles colaboradores descubrió ante nuestra inconsciencia la imparable expansión internacional de Tiempo de mitos: ahí lo tienen como referencia namber uan de la entrada de la wikipedia alemana dedicada al Belagerung des Alcázars von Toledo. Estimados lectores, suponemos que la aparición de Mondo Cane en la wikipedia marca un punto de no retorno para ésta su redacción y sí, poco a poco nosotros también nos vamos infiltrando en la insospechada nave de la posmodernidad.

Y todo esto con la que está cayendo. No recordábamos un caldo similar desde aquel verano en el que la redacción de Mondo Cane viajó imprudentemente a Sicilia para presentar un cortometraje en un ignoto festival cinematográfico sículo y cada diez minutos teníamos que acompañar al licenciado Ventoleras a remojarse las canillas al estrecho de Messina para que no desfalleciera despatarrado en algún callejón bizantino. Lavapiés (Bostuana) ha mutado en la cashba argelina, con todo el personal despelotado en los balcones mientras se escucha cómo el barrio entero canta los goles de Turquía. Y España, mientras tanto, sigue en llamas: ayer por la mañana tuvimos que salir de casa y nos cruzamos con 1) una manifestación transmaribollera anticapitalista (se lo juramos) por la visibilidad homosexual (!) que, en sutil ironía, iba repartiendo bollos y tortillas por la calle 2) una mesa con un póster tamaño Perurena en el que se veía a Lenin con bañador y flotador (se lo juramos) donde se reclutaban infantes para pasar el verano en un campamento de jóvenes marxistas (se lo volvemos a jurar), donde suponemos harán apasionantes cursos y seminarios sobre organización de koljoses y estructuración de gulags. Pirracas, pese a su respetable edad, hizo un amago de apuntarse atraido por la tentación de haber visto en su juventud una oscura copia en Beta de Ilsa, la tigresa de Siberia, pero su atención rápidamente se distrajo hacia la nueva manifestación que nos arrolló por la calle, y que haría la número 3). Como tontos, allí nos fuimos animados por las banderas de la CNT que en ella se ondeaban, y a estas alturas seguimos sin saber qué es lo que se reclamaba, pero sí les podemos decir cuál era el grito estremecedor de los manifestantes: "a por ellos, oé, a por ellos, oé oé oééééééé". ¿La CNT arropando a la selección nacional? Pues quién sabe, pero viendo la que está cayendo por Madrid con la Eurocopa lo vemos muy posible.

Y es que la fiebre futboleira, estimados lectores de Mondo Cane, ha terminado arrastrándonos hasta a nosotros. Eso pese a que en sus inicios estuvo a punto de acabar con nuestra vida: el otro día salíamos de la Biblioteca Nacional y, al cruzar la Plaza de Colón vivimos una escena como recién salida de una película de Wellman, al intentar ser linchados por una sonriente multitud rojigualda que allí se agolpaba ante una macrotelevisora. Y es que el zangolotino de Calcapeitos, desde siempre nuestro princeps elegantiae, no había tenido otra que vestir con pantalón azul cielo y camiseta amarillo canario el mismo día que nuestras huestes defendían nuestro honor ante Suecia. Menos mal que salimos del paso y hemos podido vivir este resarcimiento histórico ante los sicarios de Beria en forma de 3-0. Y el domingo vibraremos -con una cerveza en la mano, comme il faut- ese no menos apasionante enfrentamiento nacionalsocialismo vs. nacionalcatolicismo que nos tiene ya absorbidos. Pero todo eso se lo contaremos otro día porque esta tarde, pese a tanto refunfuñar, nos vamos a ver la gira del Bob Dylan, que comenzamos con un poco de retraso porque ayer queríamos ver a Neil Young en ese megacentrocomercial que han instalado en Arganda del Rey. Pero no pasa nada: esta tarde estaremos sufriendo al vieho en la Sierra de Gredos y ahí comenzaremos un largo periplo que terminará dentro de un par de semanas en Lisboa, donde el Dylan encabeza un festival playero de muy buena pinta. Y donde estarán también Neil Young (con el que se prevé un clash of the titans antológico), Ben Harper y hasta los Rage Against the Machine, aquel grupo que tantas risas nos provocaba en los noventa. Una banda que decía ser anticapitalista y estar formada por grandes conocedores de la política internacional, como bien demostraron rápidamente: lo primero, al fichar con la Sony según encontraron un jitsingel; lo segundo, al equiparar la situación política vasca y la chiapeña en un video promocional. Para que luego Curri Valenzuela vaya por ahí diciendo que Ibarretxe no tiene razón.

jueves, 26 de junio de 2008

Los hundidos y los salvados

"Los provocadores, los avasalladores, todos aquellos que, de alguna manera, cometen injusticias, son culpables no sólo del mal que cometen sino también de la perversión que provocan en el ánimo de los ultrajados"
Carlo Manzoni

martes, 10 de junio de 2008

Ni un paso atrás

Aquellos que habían esperado con ansia ese "sueño de libertad" se sentían mucho peor cuando el encuentro resultaba decepcionante, lo que ocurría con frecuencia. (...). Las mujeres que los visitaban tenían sus propios problemas de que hablar. Por lo general, habían sufrido mucho a causa del confinamiento de sus maridos. No podían encontrar trabajo, ni estudiar, y a menudo tenían que ocultar su matrimonio a los vecinos (...). Los contactos con el mundo exterior siempre se complicaban con los deseos, las expectativas, la anticipación. Herling también escribe que "cualquiera que fuera la razón de la decepción -que la libertad vivida durante tres días no hubiera estado a la altura de la expectativa idealizada, o que hubiera sido muy corta, o que, al desvanecerse como un sueño interrumpido, dejaba un vacío nuevo en el que ya no había nada que esperar-, los prisioneros siempre se quedaban silenciosos e irritables después de las visitas, sin mencionar a aquellos para quienes la visita se había transformado en la triste formalidad de la separación y el divorcio. Krestynski en dos ocasiones intentó colgarse después de la visita de su esposa, que le pidió el divorcio y su consentimiento para dejar a los hijos de ambos en un orfelinato municipal". Herling, que era polaco, "nunca esperó una visita" en el local de encuentro, sin embargo apreció la importancia del lugar con más claridad que muchos escritores soviéticos. "Llegué a la conclusión de que si la esperanza puede ser el único significado que queda en la vida, entonces su realización puede a veces ser un tormento insoportable".

Anne Applebaum: Gulag

lunes, 9 de junio de 2008

Por el proletariado todo, menos tratarlo

"Con este diálogo llegamos a la taberna, y allí nos sentamos, pidiendo Lopito para sí aguardiente de Chinchón, y yo tintillo de Arganda. No estábamos solos en aquella academia de buenas costumbres, porque cerca de la mesa en que nosotros perfeccionábamos nuestra naturaleza física y moral, se veían hasta dos docenas de caballeros, en cuyas fisonomías reconocí a algunos famosos Hércules y Teseos de Lavapiés, de aquellos que invocó con épico acento el poeta al decir:

Grandes, invencibles héroes,

que en los ejércitos diestros
de borrachera, de rapiña,
gatería y vituperio,
fatigáis las faltriqueras,
las tabernas y los juegos"


Pérez Galdós, don Benito: El 19 de abril y el 2 de mayo