sábado, 26 de marzo de 2011

Camino de Damasco (1976)

"La segunda noche Elvis sólo consiguió grabar una canción, Solitaire de Neil Diamond, y no fue poco dado que durante la sesión intentó hacer todo lo posible para que no se alcanzase ni tan siquiera este modesto objetivo. Se retiró varias veces a su dormitorio, llevó a uno u otro componente de la banda al piso superior para hacerle escuchar temas gospel, dio una pequeña conferencia sobre numerología y mostró a todos sus distintivos policiales. Incluso en un determinado momento, cuando se encontraba en su habitación en compañía de Sonny y Red, les mostró el plan que había ideado para cargarse a todos los narcotraficantes de Memphis. Mientras sacaba todas las armas con las que iba a llevar a cabo su siniestro propósito, les dijo que la sesión era la coartada perfecta para hacerlo sin que nadie se enterara de nada. Les mostró las fotos de los camellos que le habían dado sus amigos del departamento de policía de Memphis y numerosos dossiers con detallada información del territorio que controlaba cada uno de ellos. "Bueno, me parece demasiado", dijo en tono dubitativo Red, que estaba harto de las fantasías de Elvis y al que no se le escapaba que su extraño plan se parecía demasiado a la trama de El justiciero de la ciudad, la película de Charles Bronson que Elvis y él habían visto un montón de veces".


Peter Guralnick: Careless love


Camino de Damasco (1973)

"Seis meses después Elvis es ingresado en el Baptist Memorial Hospital de Memphis en estado de semi-coma. Mientras se encontraba en California había comenzado a sentir problemas respiratorios y había alquilado un avión para volver a casa; a bordo de éste Linda había notado que cada vez tenía más problemas para respirar, pese al continuo suministro de oxígeno. En cuanto llegó a Graceland el doctor Nichopoulos fue a examinarlo y se quedó impresionado al verlo: Elvis aparecía lleno de edemas y tan hinchado que casi no podía respirar y sólo a duras penas era reconocible. (...) .
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En cuanto fue capaz de hablar, el doctor Nichopoulos le preguntó qué tipo de fármacos había tomado, pero una vez que los enumeró los médicos constataron que ninguno de ellos contenía sustancias que pudieran justificar el aspecto edematoso de Elvis. Cuando uno de los médicos interrogó a Elvis sobre el origen de los hematomas que le recubrían el cuerpo, éste respondió que eran consecuencia de las sesiones de acupuntura a las que se había sometido en el transcurso de los últimos ocho o nueve meses, pero ninguno consiguió hacerse una idea de cómo era posible que las agujas utilizadas habitualmente para la acupuntura pudieran dejar señales tan evidentes hasta que Elvis no explicó que la terapia se le aplicaba no con agujas sino con una jeringuilla. Cuando el doctor Nichopoulos le preguntó qué contenía la jeringuilla, dijo que no lo sabía. El médico que lo trataba le había dicho algo de un anestésico local para calmar el dolor y un poco de cortisona para acelerar el proceso de recuperación, pero en realidad no sabía con exactitud qué contenía la mezcla. El doctor Nichopoulos afrontó la cuestión en privado con Joe Esposito, que le hizo entender que bajo esa historia de las inyecciones que Elvis se había hecho suministrar cada vez con mayor frecuencia había algo que olía mal. El doctor Nichopoulos telefoneó al médico a California, y tras informarle con tono enfadado de que Elvis se encontraba muy, muy mal, consiguió hacerle decir la verdad, esto es, lo que cualquiera de sus amigos habría podido decirle: Elvis se hacía practicar inyecciones de Demerol [N. de T.: lo mismito que se pinchaba su futuro yerno Michael Jackson, lo mismito a lo que Jacko dedicó su tema Morphine], y lejos de no saber con exactitud el contenido de la sustancia había exaltado frecuentemente sus maravillosas virtudes curativas y en diversas ocasiones se había incluso hecho suministrar el remedio por algunos de sus amigos. Fue en ese momento cuando el doctor Nichopoulos comprendió que su paciente debía ser curado y tratado como un toxicodependiente.

Tras esta desconcertante revelación, el doctor Nichopoulos consultó a los doctores David Knott y Robert Fink, especialistas en toxicodependencia, y siguiendo sus recomendaciones hizo suministrar inmediatamente a Elvis barbitúricos para evitar que sufriese una crisis de abstinencia. Al día siguiente comenzó a administrarle dosis regulares de metadona, usada habitualmente en el tratamiento de toxicodependientes, y llamó al doctor Larry Wruble, un gastroentorólogo, que le hizo efectuar radiografías que revelaron la existencia de un ileo, esto es, de un estado caracterizado por el freno de la progresión del contenido intestinal. Los intestinos de Elvis, en resumidas cuentas, estaban repletos de materia fecal atascada: sin duda, una consecuencia del prolongado uso de opiáceos y causa principal de la hinchazón abdominal que le afectaba".

Peter Guralnick: Careless Love