sábado, 19 de septiembre de 2009

¡Estamos hechos unos modernos!

La redacción de Mondo Cane se adhiere incondicionalmente al inicio de la Cibeles Fashion Week aportando dos bonitos modelos a las pasarelas.
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Buster Keaton, en The Paleface (1922)

Clara Bow, en un día cualquiera.

jueves, 13 de agosto de 2009

Alma inflamada de fuegos sagrados

"Mientras tanto, conoce a Elena, una niña pálida y enferma de sífilis (aunque él, en sus poemas, la llame "virgen pura, purísima azucena, ángel bello del cielo" y otros dislates producidos por la ceguera o el entusiasmo), flor nacida a orillas del Manzanares, en el barrio de la Virgen del Puerto, en el que se agrupan camuflados entre escombros y basuras, los desposeídos de la época, esa hojarasca humana de niños desnutridos, fulanas exentas de senos, gitanos incestuosos que predican con el ejemplo y buhoneros que remueven la mierda del río, en busca de tesoros de saldo. En las mañanas de los domingos, escandalosas de luz y de ladridos, Armando Buscarini se acercaba a las aguas del Manzanares (apenas un regato serpenteando entre la podredumbre) y mezclaba su sífilis con la de Elena, mientras, a lo lejos, procedente de la Casa de Campo, se oía el estrépito de las cacerías reales, como una alegoría ruidosa de la revolución que ya se iba fraguando. (...) Así hasta que Elena, harta de una gloria apenas entrevista que Buscarini la presentaba como inminente, prefirió entretener la espera empleándose en un burdel más bien menesteroso, sito en la calle del Amparo y regido por una mujerona agropecuaria, famosa en el gremio, a quien los asiduos apodaban La Cibeles".

Juan Manuel de Prada: Desgarrados y excéntricos
(Los colaboradores de Mondo Cane comprueban con orgullo la alta estofa de la que proviene su redacción ya desde principios del siglo XX)

sábado, 18 de julio de 2009

Paranoid

"Steven Kaplan, director del Centro para la Investigación de Vampiros, en Queens, Nueva York, declaró que había detectado a un grupo de seguidores de Ozzy Osbourne, que formaron un culto vampirista y bebían sangre" .


"La segunda experiencia resultó mucho más interesante, aunque estemos en desacuerdo con toda clase de experimentación que, como ésta, provoque daño a especies vivas. (...) Se eligieron grupos integrados por petunias, calabazas y caléndulas. El primero de ellos escuchó música clásica durante ocho semanas. Los resultados fueron sorprendentes. No sólo crecieron más de lo habitual, sino que desviaron sus tallos en dirección a los altavoces. Una de las calabazas llegó a enroscarse amorosamente alrededor del bafle, como si quisiera abrazarlo. Sin ninguna duda, estaban demostrando su sensibilidad ante Bach, Schubert, Brahms, etc. Por el contrario, el resultado obtenido con el segundo grupo, sometido al rock, fue calamitoso. Durante los primeros siete días, se les hizo escuchar material grabado con temas de Pink Floyd, Yes y otras bandas de rock sinfónico, sin obtener reacciones definidas. Para la segunda semana, se seleccionaron estilos de rock más duro. Varias horas diarias de Jimmy [sic] Hendrix y Led Zeppelin, mataron a las caléndulas al cado de diez días y enloquecieron a las petunias, las que, durante el primer período, crecieron desmesuradamente altas, desarrollando hojas excesivamente pequeñas. Las calabazas se mostraron más precavidas, intentando alejarse en dirección contraria a los altavoces".

"Lo que voy a confesar en este momento, nadie lo creerá y pensará que es ciencia y ficción: Cuando se termina el master de una grabación, esa matriz es llevada a una sala secreta a la que el público no puede tener acceso. Es colocada sobre un altar orientado hacia el norte, con un círculo dibujado en el suelo. Trece personas, especialmente seleccionadas, invocan al *Colban*. Imponen sus manos y llaman a los demonios, ordenando a sus *príncipes* para que aparezcan. Se realiza la invocación a *Rija*, príncipe del satanismo, para que ordene a los demonios para que vayan con cada disco o cassette hecho desde ese master. Este ritual se efectúa con cada disco de las grandes compañías; de ahí la propagación y el éxito mundial del rock (...). Esa música no es producida para hacer dinero, pues *ellos* no tienen necesidades económicas, ya que dominan muchos mercados: ¡son los dueños de todo el dinero!. *Ellos* lo producen para controlar la mente de las personas".

Fernando Salazar Bañol: "La cara oculta del rock" (de largo, el libro más absurdo con el que jamás se hayan topado los miembros de Mondo Cane. Que se encuentran muy preocupados, por cierto, porque han descubierto estas terribles realidades recién llegados de un megaconcierto de Johnny Hallyday que ha anulado sus ya de por sí inexistentes conciencias y matado la planta que tenían en el balcón de la oficina)

viernes, 13 de febrero de 2009

Derivas circulares en el tiempo

Era de esperar, estimados amigos de Mondo Cane. Sabiendo como saben ustedes del alto grado de seguimiento que tiene éste su blog entre las altas esferas del poder, era inevitable caer rendidos ante los cantos de sirena que imparablemente nos llegaban desde las más altas cumbres del culturetismo madrileño. No, no piensen ustedes que nos hemos lanzado al espionaje político, cosa que Pirracas se ha pensado muy seriamente dados los últimos acontecimientos. Al contrario, amigos nuestros: nos hemos puesto a trabajar en el centro artístico más flamante de la madre patria. Algo que sin duda les sorprenderá no por las tan altas cimas logradas, sino por ver asociada la palabra "trabajar" a éstos sus redactores.

Sorpresa suya, que no nuestra, porque la misma víspera de nuestra andadura circular nos llegó una clara señal del Aldilá que Calcapeitos, siempre con la puerta abierta a lo desconocido, captó de inmediato. Aunque, a decir verdad, no lo tenía difícil porque el emisario esotérico no era otro que Paul Naschy. Así cualquiera.
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Nos explicamos. Paladeábamos hace unas semanas en nuestra redacción una infecta copia de El francotirador, esa versión castiza de Taxi Driver pero en mejor en la que el bueno de Jacinto, traumatizado por la muerte de su hija en un atentado frustrado hacia el Generalísimo, viaja a Madrid con la intención de pegar un tiro al Caudillo en plena demostración sindical del 1 de mayo. Cuál sería nuestro estupor cuando el francotirador, en sus desvelos que traduce en paseos sin rumbo por la capital meditando su plan, se gira repentinamente al circular por la calle de Alcalá y, cegado por esa luz como de origen fotoatómico, fija su mirada obsesivamente en el edificio que ocupa la ilustración.


Y no, no nos referimos a ése de tan estilizada decoración folclórica en su fachada que era en tiempos sin duda mejores sede central del partido único (y que, en pleno giro lampedusiano, ha sido sustituida por el Blanquerna y hasta por la sede central de la EMI -there is no reason why-). Sino al de al lado, al del fascinante arquitecto Antonio Palacios, que ha sido siempre nuestro punto de referencia en el Foro, que acogió una entrañable cheka en los años de la revolución social -como no se cansa de recordar TeleMadrid cada vez que algún escritor de tendencias no ultramontanas presenta un libro en la sede- y que ahora acoge el punto cultural de mayor solera de este país. Pues allí que estamos. Trabajando, por decir algo.

En efecto, lectores de Mondo Cane: algún insensato ha dejado en nuestras manos la programación de la única sala de cine decente que queda en esta ciudad. Lo sucedido a continuación comienza a asemejarse al apocalipsis: si nuestra primera decisión fue organizar un más que merecido homenaje a Stelvio Cipriani, compositor de la banda sonora maximum r'n'b de La invasión de los zombis atómicos, las siguientes derivas han circulado hacia una retrospectiva del free cinema inglés y un monográfico integral de Buñuel que no pudo hacer ni el Festival de Berlín hace un par de años. Esto para arrancar, porque se avecinan proyecciones descomunales de nuestra pinícula favorita (Shoah, claro), el estreno mundial de la película más esperada del año y hasta de un Pasolini completamente inédito, una muestra del cine blaxploitation más macarra, y con un poco de suerte hasta a un cine de verano instalado en la azotea del edificio más molón de todo Madrid. Que se va a inaugurar, comme il faut, con un ciclo de cine bizarro italiano que no se lo salta un gitanaco. Eso si la Dirección de esta santa casa no nos echa antes, cosa que nos tememos va a suceder en breve dado que nuestro cine estaba antes ocupado por wongkarwais, kinkiduks y coñazos similares que tanto gustaban a los gafapastas habituales que, huelga decir, han desertado rápidamente de nuestra sala. Pero que nos quiten lo bailao: proyectar en un cine en 35 mm. y en V.O.S. una copia excelente de El manantial ya ha garantizado un lugar de honor en el pudridero del Escorial a nuestros cadáveres, rigurosamente vestidos con hábitos franciscanos. Y por supuesto, exquisitos (o excelentísimos, dado que pronto proyectaremos también el incontestable capolavoro de Francesco Rosi).

Ya lo ven ustedes, amigos: partiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cotas de la miseria, como decía el otro. Pero la verdad, con lo que nos ha gustado siempre a nosotros hacer proselitismo entre las masas, no se nos ocurre ocupación mejor. Al menos de momento. Y otro día les contamos cómo dentro de poco Mondo Cane se va a casaputas a ver a este imparable señor que tan grandes momentos nos está dando últimamente.

Ateo gracias a Dios

Jean-Claude Carrière.- No le gustaba escribir. No sabía, no podía dibujar (...). Era un cineasta de nacimiento, yo diría, y encontró con el cine su propio modo de hacer cosas, de decir y de enseñar cosas. De haber nacido en el siglo XVII, ¿qué hubiera hecho Luis Buñuel?

Juan Luis Buñuel.- Carnicero.

El último guión. Buñuel en la memoria
(Gaizka Urresti y Javier Espada, 2008)