"Con este diálogo llegamos a la taberna, y allí nos sentamos, pidiendo Lopito para
sí aguardiente de Chinchón, y yo tintillo de Arganda. No estábamos solos en aquella academia de buenas costumbres, porque cerca de la mesa en que nosotros perfeccionábamos nuestra naturaleza física y moral, se veían hasta dos docenas de caballeros, en cuyas fisonomías reconocí a algunos famosos Hércules y Teseos de Lavapiés, de aquellos que invocó con épico acento el poeta al decir:
Grandes, invencibles héroes,
que en los ejércitos diestros
de borrachera, de rapiña,
gatería y vituperio,
fatigáis las faltriqueras,
las tabernas y los juegos"
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Grandes, invencibles héroes,
que en los ejércitos diestros
de borrachera, de rapiña,
gatería y vituperio,
fatigáis las faltriqueras,
las tabernas y los juegos"
Pérez Galdós, don Benito: El 19 de abril y el 2 de mayo
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