domingo, 16 de septiembre de 2007

Mal menor

Viendo la popularidad que está adquiriendo ésta su publicación virtual, con nuestro servidor llamándonos continuamente la atención por la saturación que estamos creando en sus raquíticas líneas, nos vemos obligados a abrir un concurso a nivel internacional. Si ustedes saben quién es este señor que aparece en un lugar donde tantas copas nos hemos tomado en un estado tirando a lamentable, envíennos un SMS con la palabra MONDOCANE seguida de su respuesta. Entre los acertantes se sorteará un niño con gafas y un politono con la melodía de El tío calambres.
.
Sirva esta imagen como aviso para Protección Civil de Gipuzkoa: Mondo Cane está ya preparando las maletas para asistir al Festival de Cine de San Sebastián. Para el que (y sin hacer trampas ni falsificar documentos, como suele ser habitual) la redacción al completo ha conseguido una lustrosa acreditación. Allá que nos vamos, con la intención de ver a los amigotes, ponernos tibios a pinchos y, ya puestos, incluso ver alguna película.
.
Pero pocas, la verdad. Y es que les vamos a confesar la realidad: como nosotros somos taaaan guais, nuestra idea inicial era habernos ido al Festival de Venecia. Teníamos ya nuestras acreditaciones y hasta un decadente alojamiento en la isla (asunto de enorme complejidad, como bien saben nuestros lectores, visitantes habituales de la Serenissima) y habíamos comenzado a segregar todo tipo de jugos pensando en ese macrociclo dedicado al spaghetti-western que nos iba a alegrar la existencia. Pero los problemas hospitalarios se entrecuzaron por en medio y tuvimos que dejarlo correr. En fin.

A cambio, nos vamos al incomparable marco incomparable. Que suele ser una opción que nos gusta mucho, o al menos que nos gustaba, cuando se preparaban ciclos descomunales sobre películas que interesaban realmente (el doctor Pirracas recuerda, dice, con especial agrado el dedicado al cine anticomunista, mientras que el licenciado Ventoleras dice preferir los de Eloy de la Iglesia y aquél, monumental, dedicado a la comedia italiana 1945-1975). Pero todo dio un brusco giro aquellos dos años en los que nos colocaron unas retrospectivas infumables sobre directores orientales imposibles: el Festival entraba por la puerta grande en la posmodernidad más descarnada y desde entonces... pues como que da un poco de pereza, oiga.

En efecto: nos interesan un bledo todas las retrospectivas de este año. Lo del cine ártico ése ni lo pisaremos. El de Henry King... pues bueno, iremos a ver The gunfighter por aquello de que inspirara una canción a Bob Dylan, y por supuesto La canción de Bernardette por asentar nuestras cada vez más firmes convicciones católicas. Y al Garrel ni lo conocíamos, pero en habiéndonos informado uno de nuestros colaboradores, experto en ciudadanía francesa, que no ha visto ni una de sus películas pero que le dan muy mala espina, suponemos que seguiremos viviendo en nuestra ignorancia. Con lo bien que nos lo pasamos el año pasado, donde la mera proyección de La piel quemada hacía valer la pena nuestro traslado a la perla del Cantábrico...

Por lo que nos tememos que, a falta de cine, Mondo Cane se verá obligada a realizar una inmersión en el color local y y a ejercer de donostiarra medio. Lo que nos fuerza a: 1) ver alguna película de la Sección Oficial a la que asistan sus conocidos protagonistas, más que nada por contar al día siguiente en la oficina que nosotros también los vimos y se conservan muy bien, 2) pisar esa sección que nos autoprohibimos rigurosamente hace unos años, Zabaltegi, donde no se proyectan más que pestiños para jovenzuelos modernísimos vestidos como de actores secundarios de película española, que por otra parte no paran de encontrar en ella joyas que van a revolucionar la historia del Cinema y de las que nadie se acuerda quince días después, y 3) pasear veinticuatro horas al día por la ciudad con la acreditación colgada del cuello para ver si conseguimos de este modo que se nos acerque alguna despistada señorita, única función real de tamaño artefacto. Y es que esta edición no nos queda ni el Made in Spain que año tras año nos salvaba el festival del incomparable marco incomparable: la selección de películas es tan pavorosa como la producción nacional en bruto hacía prometer.

Se lo iremos contando. Queremos aprovechar también estas líneas para pedir disculpas a nuestros solícitos lectores por nuestra ausencia de estos días. Todo tiene su explicación, claro. Y es que el otro día un fervoroso jovencito nos habló de un señor que se llama Christopher Nolan. Ante nuestra habitual ignorancia sobre cualquier cosa sucedida con posterioridad a 1975, nuestro interlocutor nos explicó con pasión que era un renovador del lenguaje cinematográfico como no se veía desde el primer Godard, un director sólido, uno de los mejores narradores del cine contemporáneo y no sabemos cuántas cosas más. Apabullados ante tantas cosas que desconocíamos, el viernes decidimos hacernos una sesión con películas de este nuevo Von Stroheim. Vimos una que era de Batman (!) y otra de unos magos que no paran de dar vueltas de un sitio para otro sin que llegáramos a entender bien para qué. Y como bien pueden ustedes imaginar, la primera nos sumió en una interminable sensación de tedio sólo comparable a la de i*r*r*i*t*a*c*i*ó*n que nos provocó la segunda. Y es que no recordábamos algo tan enervante desde que otro mozalbete nos habló de un tal Darren Aronofski o similar e intentamos ver una cosa suya que se llamaba Réquiem por un sueño cuyo mero recuerdo, todavía hoy, nos provoca arduos picores en la zona inguinal... Bueno, sí, lo del Aronofski fue mucho peor. Lo reconocemos.
.
La visión esta tarde de domingo de Los tramposos ha permitido un inicio de reubicación de nuestros maltrechos cuerpos y, en consecuencia, volver a nuestra cita con los fans, a los que tanto queremos. Y es que esto nos pasa por hacer caso a la muchachada.

2 comentarios:

The Basque Country Pharaon dijo...

Contando con el testimonio del notario Sr. D. Ventoleras, licenciado num. 730955/43, hacemos público el resultado del sorteo. Como todos Vds. han adivinado, el protagonista de la fotografía es Kofi Annan cuando acudió a presentar su película "La casa de Tócame Roque" a nuestro festival hace unos años. El ganador ha sido nuestro querido lector Sr. MaTzizior, que recibirá en los próximos días un niño con gafas que come y bebe a vuelta de correo (gastos de envío no incluidos). Siempre que muestre, eso sí, un documento que acredite que este apellido está correctamente deletreado. ¡Felicidades, Sr. MaTzizior!

Chapu Apaolaza / Francisco Apaolaza dijo...

Gran blog, querido desconocido físicamente.